¿Por favor? ¿En serio, Padrino? Todavía no salimos del asombro de ese discurso condescendiente, timorato y cobarde del régimen de Nicolás Maduro, cuando al fijar posición ante el asesinato de cuatro soldados venezolanos, en una emboscada ejecutada por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional de Colombia en territorio venezolano, lo único que atinó a decir el Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, fue ¡Por favor váyanse!… ¿Por favor? ¿En serio, Padrino?
Un régimen investigado en la Corte Penal Internacional por crímenes de Lesa Humanidad, un mando militar denunciado mundialmente por el uso abusivo y criminal de la fuerza en sus acciones en contra de las protestas de la oposición venezolana, que ha asesinado a jóvenes por el solo hecho de reclamar libertades, hoy le pide el favor a la guerrilla del ELN que se retire del territorio venezolano. ¿Por favor? ¿En serio, Padrino?
Según Padrino se trató de “paramilitares armados”, pero nunca los señaló con nombre y apellido, ni reconoció que quien actuó en territorio venezolano, quien asesinó e hirió a soldados venezolanos, fue el ELN.
La captura del colombiano Luis Felipe Ortega Bernal, reconocido cabecilla del Ejército de Liberación Nacional, con circular azul por parte de Interpol, con dos cédulas de identidad venezolana y hasta Carnet de la Patria, junto a otros tres de sus camaradas combatientes del ELN, fue el detonante de la emboscada que derivó en la masacre de los cuatro soldados venezolanos, dejando además otros nueve uniformados heridos.
Este hecho reveló solo la punta del iceberg, en primer lugar, mostró a unas Fuerzas Armadas desguarnecidas y disminuidas, evidenció que nueve miembros del ELN operaban a sus anchas en el estado Amazonas, que portaban documentos venezolanos y gozaban de beneficios del Estado. Se trató de una sola célula, de cientos que operan en nuestro territorio con la anuencia y protección del régimen, un régimen que siempre se negó a escuchar las denuncias que sobre esta presencia irregular formularon desde hace años los pueblos indígenas y diputados.
Y es que analizando las reacciones de este régimen hacia la guerrilla, la actuación de Padrino y Maduro, no podía ser otra. Un capitulo reciente así lo demuestra, recordemos la reciente visita del autodenominado “canciller” de las FARC, Rodrigo Granda Escobar a Venezuela. Este personaje fue invitado por la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales “Rómulo Gallegos” en San Juan de los Morros, y durante los ocho días que duró su estancia, recibió trato privilegiado por parte de funcionarios de Nicolás Maduro, como si se tratase de un dignatario de una nación extranjera, obviando que se trataba de un guerrillero de las FARC.
Otro episodio que describe con exactitud el talante de este régimen, es el que dio pie al impasse entre Venezuela y Colombia en 2010, cuando el embajador colombiano ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, en sesión plenaria de ese órgano internacional, mostró fotografías, mapas y videos sobre campamentos de las FARC y el ELN en nuestro país, e hizo durísimas críticas y fuertes revelaciones que comprometían al Estado, dirigido entonces por Hugo Chávez y con Nicolás Maduro al frente de la Cancillería.
Para aquella fecha, 22 de julio de 2010, el gobierno de Álvaro Uribe señaló que en Venezuela operaban 1500 guerrilleros de las FARC y el ELN, que estaban instalados en 87 campamentos, dio a conocer las coordenadas de estos asentamientos, y ante tamaña revelación, ¿cuál fue la reacción de la Cancillería venezolana dirigida por el hoy dictador, Nicolás Maduro?, pues, nada más y nada menos, que romper las relaciones con el Gobierno de Colombia, no investigar las denuncias, ordenar el cierre de la frontera y conceder 72 horas a la delegación colombiana para retirarse de Caracas.
Ya desde entonces la política del régimen ha sido, no solo permisiva con los irregulares y guerrilleros, sino además, traidora y entreguista. De los 1500 guerrilleros que operaban en territorio venezolano, nunca se señaló nada, y mucho menos se actuó.
Por eso, los señalamientos del Ministro “Por Favor” y el silencio de Nicolás Maduro, principalísimo responsable de estos hechos, era de esperarse. Es un secreto a voces que la guerrilla colombiana y otros grupos terroristas están asentados en territorio venezolano, y que operan con la complicidad del régimen, dejando marginada a una Fuerza Armada que se ve impedida a cumplir su función, que no es otra que defender nuestra soberanía, proteger la vida y bienes de los venezolanos y ejercer el control sobre nuestro territorio y recursos, y no la de ser mampara para cubrir actos de corrupción, montajes y fantasías de golpes y drones.
¿Por favor?, Padrino ¿Es en serio?