Confundidos en el calendario, tal vez, arrastrados por el desespero de intentar ocultar su cadena de bochornosos errores, esta gente del régimen nos quiso jugar otra broma en el Día de los Inocentes, solo que lo hicieron un día después de la fecha.
La bromista en esta oportunidad fue Carmen Teresa Meléndez Rivas, la grisácea ministra de Interior del régimen, quien en alocución nacional y por el canal Régimen TV, habló sobre una nueva conspiración, esta vez, le añadieron nuevos elementos a su cuento, solo que cometieron el error de repetir a los protagonistas de sus mentiras.
Y es que no podía culminar este fatídico 2020, sin otro invento de atentado para engatusar a los suyos y distraer a los otros, en un nuevo intento de pasar de victimarios a víctimas. Solo que no se percataron que ya la gente en Venezuela, a quienes hasta el humor se lo robaron, no se cala ni bromas, ni cuentos y mucho menos, conspiraciones mal montadas.
La almiranta Meléndez, en lo que parece ser una octavita del día de los inocentes, presentó a “Fido Dido” quien en un estructurado y leído discurso elaborado por ellos al que llamaron “confesión”, se auto calificó de operador de un supuesto plan maquinado en Colombia por los, según el guión del régimen, “terroristas” Leopoldo López, el expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez y el actual presidente Iván Duque, Iván Simonovis, y para variar, nos volvieron a mencionar en esta otra “conspiración”.
Venezuela ya lo descifró, sabe que se trata de una repetida estrategia para intentar zafarse de sus fracasos, principalmente del fraude inocultable del 6D, al que le sumamos su promesa de navidad infeliz, más sus tristes bonos, la terrible tragedia de Güiria, la agónica carencia de la gasolina, su incapacidad y desinterés para detener el Covid, y para colmo, los perniles podridos, entre otros tantos, de su larga lista de fracasos.
Ya dejen de estar haciendo malas bromas y pónganse serios, entiendan que no hay escándalo, ni conspiración internacional, ni planes de magnicidios, ni bazucas, ni drones, ni bombas, capaces de ocultar la desolación de los centros de votación del pasado 6D, ni mucho menos la evidente manipulación y falta de garantías electorales con las cuales procedieron para montar aquel triste espectáculo.
Basta ya de tantas mentiras y de seguir involucrando y persiguiendo a ciudadanos que nada tienen que ver con sus montajes.
Ni Venezuela, y mucho menos la comunidad internacional, se van a creer sus chapuzas, lo que pretendan hacer este próximo 5 de enero de 2021 con su ilegal Asamblea Nacional, desde ya será un strike cantado, un auto gol y una nueva violación a la Constitución venezolana y a los derechos ciudadanos.
Sepan bien que la lupa y los reflectores estarán siguiendo lo que acontezca en torno al Parlamento, en el gobierno interino, pero sobre todo, en sus actos.
Ya déjense de malos chistes, y pónganse serios, porque de lo contrario, será el mismo pueblo el que les eche la gran broma.
Estamos a las puertas de un nuevo año, y lo que sí es cierto, sin nada de broma, es que los sucesos de estos primeros días del mes de enero, determinarán el futuro para Venezuela.
A la familia venezolana solo deseo bendiciones y buenas nuevas, pero para el régimen, mis 12 uvas del tiempo las dedicaré para invocar su fin. A todos Feliz Día de los Inocentes y esperanzador año 2021.