los que está aquí ha querido, después de escuchar esto, vivir bajo la férula de este canciller, porque si nos trata así a nosotros, imagínense como trata al pueblo de Venezuela.
No hay un solo minuto en el que este canciller haya reconocido algún tipo de duda, o que haya estado dispuesto a reconocer que a lo mejor haya estado equivocado en alguna de sus aseveraciones, según él, nada que se aparte de su visión ideológica tiene dignidad, tiene sentido o es respetable.
Este canciller representa a la perfección al régimen dictatorial de Venezuela porque es incapaz de aceptar algún argumento, porque es incapaz de reconocer que el otro puede tener la razón.
Quiero decirle, es cierto que usted me buscó en San José para entregarme una tarjeta con su teléfono e intenté dialogar con usted, pero usted es una pared con la cual no se puede dialogar. Y le voy a decir más, esa tarjeta y ese número telefónico repártasela a su pueblo para que hable con él y no con el canciller de otro país.
Y una última cosa, mi presidente Sebastián Piñera jamás apoyó a la dictadura y votó en contra en el plebiscito. Usted y su gobierno, señor canciller Arreaza, están llevando a su pueblo a un callejón sin salida. Y nosotros los chilenos tenemos una deuda profunda con los venezolanos, por eso nos preocupamos; y porque tenemos 170 mil venezolanos viviendo en nuestro país, que llegaron por bus, caminando o en tren, huyendo del régimen que ustedes representan, es que me preocupo y nos preocupamos los chilenos por lo que está pasando en Venezuela y apoyamos a los venezolanos”.
Así, franco, con gran tino y directo, respondió Ampuero a un contrincante que, por no hallarse a su altura, cayó a la lona, derrotado y abrumado ante tal demostración de inteligencia y civilidad.
Este vergonzoso episodio de Arreaza, fue el preámbulo a la votación de la Resolución de la OEA respecto a Venezuela que declaró ilegítimo a Nicolás Maduro y calificó de fraudulento el proceso registrado el 20 de mayo, pero también sirvió para dejar ver lo sólo que se va quedando el régimen y lo aislado que se encuentra dentro de su propio continente. No en balde se dieron los resultados conocidos por todos.
Gracias excelentísimo señor Roberto Ampuero por su determinación y compromiso manifiesto hacia el pueblo venezolano, mil gracias por su solidaridad y convicción libertaria. Y tal como lo hemos afirmado, el reloj para la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela ya está andando, Maduro lo sabe, lo sabe Arreaza y lo más importante, lo saben las naciones demócratas que están dispuestas a actuar para rescatar la democracia en nuestro maltratado y pisoteado país.