Los zulianos somos de una especie humana extraordinaria y hoy entiendo, en toda su extensión, esas expresiones regionalistas tan propias de mi Zulia que tradicionalmente han molestado al resto del país, pero es que no hay duda, pregunte a cualquiera. ¿Qué ser humano es capaz de soportar 18 horas diarias de racionamiento eléctrico? ¿Quién sobrevive sin electricidad en medio de temperaturas que superan los 38 grados centígrados? ¿Quién es capaz de salir a trabajar luego de horas de agonía, sin poder dormir y sin siquiera poderse bañar? ¿Quién sobrevive además en medio de esta circunstancia y teniendo que caminar para carretear agua para llevar a su casa porque en el estado sencillamente no hay? ¿Quién cocina a leña porque no hay gas doméstico? Y ¿Quién se somete a kilométricas colas para poder abastecerse de apenas unos litros racionados de gasolina?, ese calvario lo viven todos los días mis hermanos zulianos, quienes llevan meses y años ya, sobreviviendo y tratando de mantener la cordura en medio de tanto caos.
Por Lester Toledo
Y es que vivir en el estado Zulia, la segunda ciudad de Venezuela, el principal abastecedor de petróleo, de leche y de carne del país, se ha convertido en una terrible pesadilla, a eso ha sido reducido por este régimen de corruptos e incapaces este estado, han acabado con la región, con su producción, con sus empresas, pero eso sí, nunca han podido con los zulianos.
Por eso hoy me pregunto, ¿De qué estamos hechos los zulianos?, que aún sometidos a pruebas tan extremas, la mayoría sigue allí, firme en su protesta para reclamar sus derechos, resilientes, valientes, fuertes, sobreviviendo e ingeniándoselas, para vivir en una tierra en la que rige la crisis, el desabastecimiento, la muerte y la miseria.
Hoy nos sumamos a las millones de voces de protesta que reclaman el fin de este régimen criminal, responsable del caos y del sufrimiento de este noble pueblo, que sin tener ningún tipo de culpa los degradan y maltratan, haciéndolos cargar con el 80% del racionamiento impuesto a todo un país, porque resulta que el 80% del racionamiento de la carga eléctrica que aplicaría para toda Venezuela, se la adjudicaron al estado más caluroso, donde las temperaturas rondan entre 35 y 38 grados centígrados con una humedad superior a 60%.
Para mayor sufrimiento, el usurpador en el Zulia no le ha bastado con castigar a nuestros hermanos, sino que además les miente descaradamente. Así es, Omar Prieto, quien usurpa el poder en el estado Zulia, declaró en reciente fecha que se acabarían los racionamientos en la región, pero esto nunca ocurrió, por el contrario los zulianos fueron castigados con racionamientos más severos y crueles.
La realidad del sistema eléctrico del Zulia es sumamente lamentable, de los 3.020 megavatios que hay instalados en la región en 12 plantas térmicas, solo se produce 1,3%, es decir, tan solo 40 megavatios, y esto no es una mera especulación, no, es el reporte de generación de Corpoelec de este 3 de septiembre de 2019.
Ante todo este caos, propio de una región devastada por una guerra, me pregunto de qué estamos hechos los zulianos, quienes viven esta constante tortura y han demostrado tanta nobleza, fuerza, resiliencia, valentía, que a pesar del calor, están allí soportando y luchando, resistiendo, sobreviviendo y protestando.
Prieto y Maduro están jugando todos los días con la capacidad de aguante de los zulianos, un pueblo que ha demostrado, con cada racionamiento, que así como resiste va para adelante.
A este juego fatal ya le queda poco, como poca tolerancia le queda a mi pueblo zuliano, lleno de gente noble, pero dura como el roble, que cuando se decide a cambiar y botar lo que no sirve, lo hace sin miramientos.
Los zulianos ya no se calan más mentiras, la paciencia está llegando a su fin, por eso esta advertencia a los usurpadores, no sigan jugando a la candelita, porque se pueden quemar.
Hoy más que nunca expreso mi admiración a mi pueblo zuliano por tanta nobleza, gallardía y resistencia, no puedo dejar de sentir profundo orgullo por haber nacido en esa tierra, bendecida por Dios y tan castigada por los usurpadores.
Sometieron a los zulianos a torturas extremas y criminales, pero no se dieron cuenta de que con ello, forjaron una especie distinta de seres humanos, una legión de guerreros inquebrantables dispuestos a echar el resto hasta alcanzar la libertad.