Las actuaciones de Nicolás Maduro, jefe del cartel venezolano y sus cómplices “Iván Márquez”, alias “Jesús Santrich” y “El Paisa”, reveladas recientemente por la Revista Semana de Colombia, en una demostración ejemplar de buen periodismo, despejan toda duda sobre el verdadero talante narcocriminal de Nicolás Maduro y de todo su régimen, además ratifican las acusaciones que sobre la criminal hermandad entre el régimen venezolano y los irregulares colombianos, se han revelado recientemente, mismas que datan desde el primer gobierno de Hugo Chávez Frías.
Esta reciente revelación periodística, nos hizo recordar varios hechos que ponen sobre la mesa los antecedentes de Nicolás “El Chapo” Maduro.
Entre estos eventos destacamos, por ejemplo, el informe de 240 páginas desarrollado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, divulgado en 2011, en el cual se analizó de forma minuciosa el historial de tres años de los documentos incautados al líder de las FARC, Raúl Reyes, cuando éste murió en un operativo de las fuerzas armadas en un campamento de la guerrilla en Ecuador, cerca de la frontera con Colombia, deceso que tuvo lugar en el 2008.
En el informe de los archivos de Reyes se revela como Chávez, predecesor de Maduro, veía a las FARC, allí indicaba que éste las asumía como aliados estratégicos ante una eventual invasión por parte de Estados Unidos, así como para promover su visión para la región andina.
Esa visión surgió de años de relación entre Chávez, las FARC y el ELN, basta recordar casos como la intermediación del difunto dictador en los diálogos de paz entre el gobierno Pastrana y las FARC (1998-2002), el sonado caso Ballestas, el guerrillero del ELN que secuestró un avión en Colombia y que se ocultaba en Venezuela, así como también el caso de Rodrigo Granda, quien se encontraba en Venezuela y en medio de una conferencia fue secuestrado por desconocidos que lo llevaron a Colombia y lo entregaron a las autoridades.
En todos estos eventos existió un factor común, el régimen venezolano y su vinculación con las FARC y el ELN.
El régimen venezolano también participó de forma protagónica en la recordada Operación Enmanuel que buscaba la liberación del pequeño hijo de la abogada colombiana Clara Roja, quien permaneció secuestrada en manos de las FARC por más de seis años. Esa participación, más la presencia activa de Venezuela en los diálogos de paz para Colombia, hizo que la vinculación del gobierno venezolano y los cabecillas de las FARC y el ELN se fortalecieran. Maduro como sucesor de Chávez así lo entendió y asumió, al punto que la Revista Semana revelara que “Los disidentes de las FARC circulan libremente en el vecino país y se camuflan entre los civiles en zonas rurales e incluso en áreas urbanas, como la ciudad de Elorza, a tres horas de (el departamento colombiano de) Arauca, donde Márquez vive en un condominio protegido por el régimen de Nicolás Maduro”, en publicación del 7 de febrero de 2021.
Vale la pena también recordar aquella célebre y no menos polémica sesión del Consejo Permanente de la OEA del 2010, allí y ante el mundo, el entonces embajador de Colombia ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, mostró fotografías y videos que evidenciaban la presencia de alias Iván Márquez y otros líderes guerrilleros en territorio venezolano.
Desde entonces se hablaba, con coordenadas en mano, de cinco campamentos de las guerrillas de las FARC y ELN en Venezuela entre 20, 21 y 23 kilómetros de la frontera con Colombia. Y de la presencia de 1.500 guerrilleros, quienes orquestaban ataques, secuestros y entrenamientos con armas y explosivos.
Esto fue en el 2010, y a pesar de la contundencia y el nivel de detalle de aquella denuncia, el régimen venezolano no movió un dedo, por el contrario, ante tal denuncia rompieron relaciones con el gobierno colombiano.
Esta protección que el régimen venezolano históricamente le ha otorgado a las FARC y al ELN, en lo que ha derivado es en el incremento de las fuerzas irregulares colombianas en territorio nacional. Así lo documenta la investigación de la Revista Semana, que señala que hasta junio de 2020 habían contabilizado 36 grupos con 4.927 hombres armados, agrupaciones armadas que se dedican, bajo el amparo de su socio, Nicolás “El Chapo” Maduro “al narcotráfico, la minería ilegal y el robo de ganado en Colombia para venderlo en Venezuela”.
De allí que cuando sostienen que Luciano Marín, alias “Iván Márquez”, quien fue jefe negociador de las FARC en el acuerdo de paz de 2016; que Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”; que Seuxis Paucias Hernández, alias “Jesús Santrich”, y que Henry Castellanos Garzón, alias “Romaña”, se mueven a sus anchas en Venezuela y actúan en connivencia con los cuerpos de seguridad, claro que es verdad, una verdad tan cierta como decir que Nicolás Maduro Moros tiene vínculos con el narcotráfico y lidera el cartel en Venezuela, no por santo piden por su captura US$15 millones de recompensa.
Así que adelante y felicitaciones al equipo de periodistas de la Revista Semana y a los medios colombianos por su excelente trabajo de investigación, sigan revelando la verdad sobre las alianzas entre Nicolás “El Chapo” Maduro y sus cómplices “El Paisa”, “Iván Márquez”, “Romaña” y “Santrich”. Aún hay muchas historias que contar y muchas verdades por revelar.