Definitivamente Nicolás Maduro Moros lo que está dejando en Venezuela es una estela de devastación, muerte, destrucción, corrupción y anarquía.
Sus vínculos con irregulares, terroristas, asesinos, ex líderes y disidentes de las FARC y ELN de Colombia son innegables. Y las recientes muertes de los líderes de disidencias de las FARC ‘El Paisa’ y ‘Romaña’, sin dejar de mencionar la muerte de Jesús Santrich, todos en territorio venezolano, no deja espacio a dudas, Maduro además convirtió a Venezuela en un protectorado y el paraíso de terroristas y asesinos.
Recordemos además los sucesos registrados en el mes de marzo de este año en Apure, cuando disidentes de las FARC atacaron con explosivos un edificio del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) en La Victoria, en ese estado fronterizo y todo el pandemonio que tal acción generó.
Hagamos memoria del secuestro de ocho oficiales venezolanos y de la veintena de bajas militares que se registraron en medio de ese conflicto entre el Ejército nacional y de grupos irregulares en la frontera con Colombia y mantengamos vivo el recuerdo de los miles de venezolanos que se vieron obligados a cruzar la línea limítrofe del río Arauca hasta el país vecino, espantados por la violencia, que algunas organizaciones no gubernamentales en la zona aseguran que no ha cesado.
Particularmente en este tema hemos sido reiterativos al denunciar a Nicolás Maduro y a Vladimir Padrino López por haber convertido a Venezuela en un narcoestado, hemos señalado que no es ningún secreto que las FARC – EP desde hace años operan en territorio venezolano a través de diversas células, muchas de ellas, enfermas de poder, dinero y sangre, que ya no atienden órdenes de sus cabecillas Márquez y el fallecido Jesús Santrich, quienes pactaron con Padrino López para mantener operaciones de su corporación delictiva.
Estos vínculos también fueron dejados en evidencia por la Revista Semana de Colombia, en investigación publicada en marzo de este año, que revelaba videos que daban cuenta de cómo Santrich, Iván Márquez, “Romaña” y “El Paisa” se desplazaban libremente por territorio venezolano.
Por lo que la noticia con la que amanece Venezuela y Colombia este jueves, sobre la muerte de los líderes de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ‘El Paisa’ y ‘Romaña’, no resulta una gran novedad, era un secreto a voces y ratifica lo que hemos venido denunciando: Nicolás Maduro es cómplice y protector de grupos terroristas, traficantes de droga y de armas.
La gran verdad es que Nicolás Maduro está de luto por la muerte de sus socios, estos dos personajes que cayeron en territorio venezolano, y la otra gran verdad es que ha sido su régimen quien ha permitido que Venezuela se mantenga como refugio, protectorado y paraíso para las FARC, el ELN y sus disidencias.