Como un zamuro, para eso quedó Francisco Arias Cárdenas en el Zulia, para proteger sus propios negocios, para velar por todo el dinero sustraído a punta de corrupción, para intentar tapar su fracasada gestión, la peor en la historia de nuestro estado, para eso quedó Arias, como un zamuro cuidando carne.
Cuando el dictador nombró a Arias Cárdenas como “protector” del Zulia, al momento no sabíamos si reírnos del mal chiste, o preocuparnos por los zulianos, porque si de algo hay que cuidarse es de los corruptos y mentirosos.
Hablamos de un exgobernador derrotado y fracasado, que tiene cuentas pendientes que rendir y explicar a cuál bolsillo fueron a parar los recursos para el puente Nigale, del Museo de los Niños, del Aula Magna de LUZ; que tiene que explicar los excesos y la sobrefacturación en el Oncológico de Occidente, o del distribuidor Kilómetro 4; que diga por qué proliferan ventas de puntos de gasolina en plena calle luego que se empeñó en imponer el chip de gasolina, y que le hable claro a los zulianos sobre su vinculación con los negocios de importación de alimentos y medicinas desde Colombia, entre otros tantos negocios.
Si a eso el madurismo le llama “protector”, pues para nosotros no hay diferencias entre un “protector”, un “zamuro” o un “pram”. Un sujeto que se vendió a los zulianos como el “gobernador de la seguridad”, que ocupando el cargo además de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Policiales del Zulia, dejó que en la región gobernaran las bandas y los pranes; pregunto: quién protege a quién, o quién se debe proteger de quién.
Son los zulianos que decidieron protegerse de pillos como Arias Cárdenas, por eso votaron en su contra y no cedieron a sus chantajes, extorsiones y violencia. Y en vez de tener un ápice de dignidad, actuar apegado a la norma y entregar la Gobernación como corresponde, pues hace lo contrario, se niega obcecadamente, desobedeciendo el mandato que el pueblo le ordenó el 15 de octubre.
Se niega a entregar la Gobernación, y mientras la desvalijan, pretende mantenerse en el poder con la complicidad del Consejo Legislativo del Zulia, que siempre se ha prestado a sus marramucias, y no conforme con ello, acepta entonces el título inventado por el dictador de: “Protector” del Zulia.
Quién, en su sano juicio, aceptará el protectorado de un perdedor y un corrupto confeso, que bajo su tutela se desató la hambruna, la muerte y la anarquía en la región. Por eso, una y mil veces nos encargaremos de recordarle a los zulianos todas las tropelías cometidas por el zamuro de Arias Cárdenas. Y lo haremos junto a Juan Pablo Guanipa, quiera Arias o no, más temprano que tarde, deberá entregarle la Gobernación al hombre que el Zulia eligió.
Están muy equivocados si piensan que los ciudadanos se quedarán tranquilos mientras una advenediza o un pillo pretende quedarse con la Gobernación, no se equivoquen. El Zulia es un pueblo de gente noble pero aguerrida que no está dispuesta a seguirse calando los abusos de un dictador, ni las tropelías de un zamuro.
Si todos nos unimos en esta causa, desde el Zulia podemos gestar ese cambio que por años hemos reclamado para el país. Juan Pablo, no estás solo, los zulianos no están solos, estamos más fortalecidos que nunca para emprender una nueva lucha, para defender una nueva causa y espantar a cualquier zamuro que pretendan imponernos.