La verdadera razón por la cual el dictador Nicolás Maduro reculó a su determinación de asistir a la Cumbre de las Américas, fue el miedo, miedo a ser señalado por todos los líderes del hemisferio, miedo a la concreción de sanciones más severas en contra de los violadores de Derechos Humanos, asesinos y corruptos que conforman su régimen, por cobardía, llana y pura.
Que si llueve, truene o relampaguee voy, con invitación o sin ella, voy, así fueron las expresiones iracundas del dictador, amenazando sobre su ida a la Cumbre, pero a días del evento, reculó, sacó como excusa el retiro de su seguridad en el evento, pero ahora bien, qué dispositivo de seguridad se despliega para alguien que no estaba invitado. Es un sinsentido total, un insulto a nuestra inteligencia, una pataleta ante el rechazo, nada más.
Pero con cobardes o sin ellos, con dictadores presentes o ausentes, la crisis humanitaria que sufre Venezuela estará en la agenda central de la VIII Cumbre de las Américas.
Los líderes de las naciones que si fueron invitados, que sí contarán con despliegue de seguridad, que sí son demócratas, recibirán en sus manos informes pormenorizados de lo que en nuestro país pasa, de eso nos ocuparemos, para ello hemos conformado una delegación importante de dirigentes venezolanos que asistirá a la Cumbre, y que tendremos acceso a los mandatarios presentes.
En ellos ciframos nuestras esperanzas para que los Gobiernos del mundo mantengan como prioridad nuestra crisis humanitaria y puedan anunciar esta misma semana acciones concretas que nos ayuden a terminar de acorralar a la dictadura de Maduro para obligarla a dimitir.
También tendremos encuentros con nuestros hermanos venezolanos que se encuentran en Perú, quienes están organizando una protesta mundial, protestas a las que también temió el dictador cobarde. Estaremos en los refugios organizados para recibir a nuestros compatriotas y así poder palpar la situación a la cual se enfrentan.
Esas acciones nos darán fuerzas y herramientas para abogar por el bienestar de nuestros hermanos venezolanos, que buscando el futuro, que en su tierra les fue negado, dejaron todo, llegaron sin nada para construir desde cero sus vidas, por ellos también lucharemos y buscaremos el respaldo de los mandatarios presentes en la temida Cumbre.
Aunque el panorama hoy resulte muy oscuro y la esperanza pareciera ser desplazada por el desánimo, el hambre y la inflación, no todo está perdido. Seguro estamos que vienen nuevas acciones y decisiones contundentes en contra de la dictadura.
Uno de los principales pronunciamientos que aspiramos ver, antes de culminar esta VIII Cumbre de las Américas, es la condena hemisférica al mega fraude electoral que está fraguando Maduro para este 20 de mayo
Tenemos fe en la pronta caída de esta pesadilla, y esto se gestará con la presencia o no del dictador en la Cumbre. Quiera o no, presente o ausente, las sanciones van y va a tener que acatarlas. De allí el miedo, por ello el recule del Dictador.