El régimen de Nicolás Maduro tiene desatado un pandemónium en Apure, miles de civiles en medio de un fuego cruzado y de terror, tierras que antes eran dedicadas a la siembra hoy las han convertido en zonas de combate y devastación, y todo, por la incapacidad de controlar los demonios por ellos desatados.
Y en medio de esta refriega y en el afán de ocultar su fracaso y dejar en evidencia las vinculaciones directas entre quienes dirigen las FANB con las FARC y el ELN, cometen la flagrante violación y el desatino de detener e incomunicar a Luis Gonzalo Pérez y Rafael Hernández, corresponsales del canal colombiano NTN24, y Juan Carlos Salazar y Diógenes Tirado, activistas de FUNDAREDES, organización de Derechos Humanos que ha estado presente en el sitio desde el día uno del conflicto.
Se trata de periodistas y activistas que estaban en Apure documentando lo que en ese combate se registraba, con una clara misión de decir la verdad, una verdad que el régimen se ha empecinado en ocultar.
Lo que hasta ahora se sabe de estos cuatro valiosos y valientes venezolanos es que están desaparecidos desde las 4:30 pm aproximadamente, de este miércoles 31 de marzo, cuando lograron establecer una comunicación para notificar que habían sido detenidos por una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Allí fueron sometidos a revisión del material audiovisual recopilado en sus teléfonos móviles, sin embargo, hasta este momento, nadie ha obtenido información sobre su paradero y condiciones.
Inmediatamente, todas las ONG de Derechos Humanos, los medios de comunicación, periodistas y gremios de periodistas de Venezuela y Colombia se sumaron a esta alerta y por redes generaron una campaña que han hecho tendencia exigiendo #LiberenALos4.
Liberen a los cuatro porque el combate no es contra los periodistas, ni en contra de los activistas de Derechos Humanos, el combate es en contra de los Frentes 10 y 28 de la guerrilla de las FARC, que ustedes mismos dejaron operar en ese territorio y ahora no saben qué hacer con ellos.
El combate debe ser para proteger la soberanía de nuestro país y no en contra de los ciudadanos que han quedado en medio de esta sangrienta guerra, un combate que ustedes mismos provocaron al entregar a las FARC y al ELN para mantener sus grandes negocios de droga, armas y oro, esa es la verdad.
La verdad es que el Estado venezolano está en la obligación de garantizar la vida e integridad de estos venezolanos que estaban cumpliendo con su labor, investigar, informar y documentar, y hoy se encuentran en condición de desaparecidos.
Y un alerta a quienes procedieron a cometer este delito, pues sepan que al retenerlos de manera ilegal e incomunicarlos, todos incurrieron en un delito tipificado en el Derecho Internacional como de Lesa Humanidad, el de desaparición forzosa. Lo que representa una raya más en el amplio expediente delincuencial de Vladimir Padrino López y de Nicolás Maduro.
El llamado es a los organismos de protección universal y del sistema interamericano a estar alertas frente a estas violaciones que se están registrando en este contexto de conflicto interno, entre las Fuerzas Armadas venezolanas y grupos armados irregulares FARC. Y a que todos nos sumemos a la exigencia de su libertad inmediata.
Luis Gonzalo Pérez y Rafael Hernández son periodistas, no terroristas, y Juan Carlos Salazar y Diógenes Tirado defienden los Derechos Humanos, no los violan, por ende no hay nada que justifique su detención y menos su desaparición. Liberen sanos y salvos a los cuatro.