Tal como sucedió el 23 de enero de 1958, seguro estamos, que este 23 de enero de 2019, triunfará de nuevo el pueblo venezolano. Por primera vez, en estos más de 20 años de suplicio en dictadura, estamos logrando completar todas las piezas del rompecabezas necesarias para alcanzar el objetivo supremo: Rescatar a nuestra Venezuela.
Tenemos el respaldo social y el acompañamiento internacional, sin embargo, la masiva presencia del pueblo en la protesta del 23 de enero será determinante, porque es el día en el que los venezolanos tendrán la oportunidad de oro de exigirle a Nicolás Maduro, que cese la usurpación y respete su voluntad.
El gran articulador de todo este proceso es nuestro amigo Juan Guaidó, quien valientemente ha manifestado su disposición plena de asumir, lo que haya que asumir, para sacar al Gobierno venezolano de su ilegitimidad y reencauzarlo por la senda democrática, mediante elecciones libres.
A ese valiente articulador, a quien conocemos y con quien nos unen fuertes lazos de amistad, en él depositamos toda nuestra confianza, porque sabemos de su capacidad, en él ciframos toda nuestra esperanza, y hacia él pedimos a todo el pueblo venezolano, su apoyo. Un apoyo que debe ser demostrado con presencia activa, libre de miedo el próximo 23 de enero, en esa gran concentración que podría apostar, será histórica.
Y será histórica, porque a pesar del pesimismo de muchos, la calle se está retomando, esos cabildos abiertos, que fueron tan criticados, hoy están demostrando su efectividad. Porque ante la dificultad de difundir la ruta democrática, por la vía de unos medios ahogados de censura, esas concentraciones masivas que se están generando de ciudad en ciudad, con ese mensaje transmitido de oído en oído, el mensaje libertador está llegando y contagiando a más y más gente.
Gente asqueada y hastiada de vivir en dictadura, que ya no cree en promesas ni en dádivas, cansada de seguir intentando sobrevivir, que anhela reencontrarse con los suyos, esa gente es la que está despertando de nuevo y reaccionando a este llamado de rescate del país.
Apelamos al sentido histórico y heroico del 23 de enero, una fecha de tanta significación para los venezolanos, pues fue el día en el que el pueblo triunfó y derrocó al dictador. Y los militares, una pieza principalísima de ese rompecabezas que intentamos articular, tal como aconteció en aquella fecha, se pondrán del lado correcto de la historia.
Este año se cumplen 63 años de aquel día en el cual el dictador Marcos Pérez Jiménez, quien paradójicamente, también se había robado unas elecciones, pretendía mantenerse a la fuerza sometiendo a los venezolanos, pero el pueblo en la calle, y tal como hoy, con respaldo de la comunidad internacional, se pudo lograr la salida de aquel dictador, dando la bienvenida de nuevo a la democracia.
Este 23 de enero, Venezuela protestará masivamente para reivindicar el espíritu democrático e iniciar la conquista de su libertad. Fuerza y fe, que el fin de la dictadura está más cerca de lo que muchos creen.