Otra devaluación y otro golpe bajo sufre nuestra moneda nacional, el Bolívar, pobre moneda, ya a la pobre no le queda un hueso sano, todos los billetes están morados de tantos porrazos que ha recibido del régimen.
El régimen venezolano sigue improvisando con el hambre y la vida del venezolano, su última invención, una nueva devaluación y un nuevo cono monetario, que si sumamos estos tres nuevos billetes presentados por el Banco Central, los pobres papelitos no alcanzan ni para un dólar.
Todo se produjo este 5 de marzo de 2021, día que quedará registrado en la nefasta historia económica de Venezuela, como la fecha en la cual el régimen reconoció su rotundo fracaso en el manejo de las finanzas de todos los venezolanos.
Ese día presentaron al pueblo venezolano tres nuevos billetes, el de Bs.200.000, de Bs.500.000 y el de Bs.1.000.000, en un afán de manipular, de crear la impresión y el engaño, de que con ellos el venezolano podrá mejorar su poder de compra, pero nada más alejado de la realidad.
Estos tres billetes son en realidad otra devaluación a la moneda nacional, de un país que atraviesa 39 meses de hiperinflación sostenida, en medio de una economía dolarizada de facto y de una moneda que a punta de reconversiones le han restado más de ocho ceros en trece años.
Se trata entonces de la segunda incorporación de nuevos billetes al cono monetario vigente desde 2018, cuando el régimen procedió a ejecutar la segunda reconversión monetaria de la historia de Venezuela.
Aún los venezolanos, ni el sistema bancario se recuperan del trauma que causo esa reconversión de 2018 y todo el daño que ello causó. Los cajeros automáticos tardaron una eternidad en disponer de los nuevos billetes y el Banco central tardo otro siglo en descontinuar los billetes anteriores, que irónicamente eran también nuevos.
Y esta depresión que el régimen provoca con estas medidas se ahondará, porque si vamos a la realidad, el billete nuevo de máxima denominación como el de un millón de bolívares, al cambio de hoy, apenas representa el valor de 0,53 dólares. Y que si vas al mercado con uno de estos no te alcanza para comprar un kilo de queso, y mucho menos un kilo de pollo, es que ni un cartón de huevos.
Se trata de nuevos billetes que generaran mayor caos, mayor hiperinflación, mercado negro y una falsa ilusión de bonanza.
Porque la gran verdad tras ello, es que este régimen se encargó de destruir la economía venezolana, de aniquilar PDVSA, de generar una depresión económica sostenida durante 28 trimestres, de acabar con las reservas internacionales y de robar y robar.
Ha sido Nicolás Maduro más su antecesor, y no otros, quienes llevaron al país a una crisis humanitaria sin precedentes, han sido ellos quienes han saqueado las arcas, quienes han pulverizado nuestra moneda, quienes acabaron con los servicios públicos y con PDVSA, por ende son ellos los menos interesados en que la situación económica mejore, pues se basan en la tesis de que un pueblo deprimido es más dependiente y más susceptible de manipulación, como la que quieren lograr con estos nuevos billetes.
De allí que la solución de nuestra economía no pasa por nuevos conos monetarios, ni por otra reconversión, ni la producción masiva de nuevos billetes, Venezuela se encaminará por la senda del progreso cuando se ponga punto final a este régimen de hambre. No hay otra solución, y en ese justo propósito, hay muchos trabajando para lograrlo.