Cada venezolano movido por el cambio que está en la calle luchando, es un héroe, como héroes son cada uno de los que el régimen ha asesinado en medio de esta lucha, así los debemos recordar y honrar.
Todos estos delitos han sido cometidos en medio de una represión criminal, que en vez de acallar la protesta ciudadana lo que ha conseguido es legitimarla, alimentarla, multiplicarla y diversificarla.
El derecho a la protesta es un derecho consagrado en nuestra Constitución, ella nos otorga la potestad de reclamar justicia, libertad e igualdad. También nos la da la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que contempla el derecho a la rebelión democrática, un derecho que sentó las bases para el despertar de un pueblo dispuesto a enfrentar las tiranías.
El mundo está lleno de experiencias victoriosas de resistencia no violenta, lo que nos hace real el propósito de nuestra rebelión.
Recordemos Filipinas en 1986, allí surgió el movimiento “Poder del Pueblo” que comenzó en 1983 y se basó en manifestaciones en contra del gobierno de Ferdinand Marcos, quien tenía 20 años en el poder. Logró el apoyo de más de dos millones de ciudadanos, agrupó a distintos sectores de la sociedad y los partidos políticos.
1989, Europa Central fue la protagonista de “El Otoño de las Naciones” que llevó a la disolución de la Unión Soviética y al fin de la Guerra Fría.
En Sudáfrica el Fin del Apartheid se logró en 1990 bajo el liderazgo de Nelson Mandela, un líder político y social cuya salida de prisión marcó el quiebre de la discriminación racial y política.
En Serbia, el Movimiento Optor (que significa Resistencia), luchó en contra Slobodan Milosevic desde 1988. Las tácticas sobre la no violencia fueron la base para el cambio político obtenido en las elecciones del 2000.
Luego vino la Revolución Naranja de Ucrania, fueron protestas que se dieron entre noviembre 2004 y enero de 2005 y que tuvieron como contexto las elecciones presidenciales en las que la oposición reclamó el fraude y la intimidación. El movimiento logró nuevas elecciones y la oposición obtuvo mayoría de votos.
Los estudiosos señalan que cuando la gente opta por la resistencia civil no violenta el apoyo social crece; y cuando un gran número de gente deja de colaborar con los regímenes opresores, la balanza se inclina a su favor.
El caso de Serbia es emblemático, la resistencia civil derrotó al régimen de Milosevic. Cuando la gente se concentró en Belgrado hubo policías que se negaron a disparar y cuando les preguntaron la razón, dijeron que sabían que sus hijos estaban en las protestas.
Hoy en Venezuela estamos frente a una nueva rebelión popular en contra del dictador Nicolás Maduro, como avance de estos 62 días hemos logrado la fractura de su régimen, importantes deserciones y una resistencia ciudadana que sigue consolidándose y creciendo.
Estoy convencido que este movimiento de resistencia pacífica logrará su objetivo y todo este sacrificio, este dolor, será reivindicado. Vamos a multiplicar la presencia en las calles y hagamos que esta rebelión popular nos lleve a la victoria.