Tres años preso físicamente, pero no de conciencia, cumple mi hermano Leopoldo López este sábado 18 de febrero por orden de Nicolás Maduro.
Firme y cada día más comprometido con la lucha por la salida constitucional de este Gobierno forajido, y con la construcción de la Mejor Venezuela, ha estado Leopoldo durante 1.095 días en la cárcel militar de Ramo Verde.
Querer un mejor país, tratar de evitar que millones de venezolanos padecieran esta crisis humanitaria que literalmente nos está matando, exigir respeto a los derechos de cada habitante del país, fueron razones suficientes para que ordenaran su detención y posterior “juicio amañado, viciado y politizado”, según reconoció el propio fiscal acusador Franklin Nieves.
Sin embargo, y lejos de lo que el Gobierno creía y pretendía, la lucha no terminaba ese martes 18 de febrero del año 2014 con el encarcelamiento de Leopoldo López; por el contrario, iniciaba una batalla sin precedentes que no ha podido detener la persecución política más férrea de la que se tenga conocimiento en Venezuela.
Desde la fría y lúgubre celda donde lo tienen, no se ha doblegado y tampoco ha dejado de luchar ni un segundo y a riesgo de su vida, como ocurrió en el 2015 cuando inició una huelga de hambre para exigir al Consejo Nacional Electoral la fecha de las elecciones parlamentarias. Un mes después las comadres del CNE dieron el cronograma electoral; y mi hermano Leopoldo levantó la huelga de hambre por haber alcanzado el objetivo.
El año pasado, ante el planteamiento de una mesa de diálogo entre el Gobierno y la oposición; advirtió a Venezuela y al mundo que no se podía ir a ese diálogo sin condiciones, pues el oficialismo seguía “sin dar señales concretas de buena voluntad para dialogar”, en alusión al robo del referendo revocatorio por parte de las rectoras del poder electoral.
Sin perder la fuerza, fe y esperanza de que sí se puede construir un país de progreso y oportunidades, Leopoldo en su lucha desde Ramo Verde, planteó una nueva ruta para el Cambio Ya; que consiste en la declaratoria de abandono del cargo de Nicolás Maduro, acompañamiento internacional, nombramiento de los nuevos magistrados del TSJ y rectores del CNE, y la lucha pacífica y constitucional en la calle con el pueblo.
No cabe duda que el espíritu de libertario de mi hermano y líder de Voluntad Popular, es inquebrantable e innegociable; la cárcel no lo ha doblegado y no ha minado sus ganas de construir la Mejor Venezuela en donde nos volvamos a reencontrar, en donde las oportunidades sean para todos y no para un grupito de enchufados o militantes de un partido, en donde nuestros niños no se mueran de hambre y a nuestros jóvenes no los maten por un celular.
La batalla la sigue dando Leopoldo desde la prisión, y nosotros desde cada espacio donde estemos; por eso el llamado es a que este sábado 18 salgamos de manera pacífica a ratificar el compromiso de lucha contra esta dictadura de Nicolás Maduro. Estén atentos a las redes de Voluntad Popular para la información exacta sobre las actividades de ese día.
Cuando se cumplen tres años de injusta detención, y seguros de que la salida constitucional del Gobierno rufián está cerca, somos nosotros los que te recordamos hermano, aquel mensaje que se convirtió en el motor de esta lucha: “Fuerza y Fe”.