El pasado 23 de julio, justo a seis meses de esta gesta que emprendimos con fuerza para liberar a nuestro país del yugo de la dictadura, el presidente ( E ) Juan Guaidó dio un paso determinante en la lucha. En sesión de calle, la Asamblea Nacional aprobó la reincorporación de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, mejor conocido como TIAR o Tratado de Río.
Seis meses que para algunos ha representado mucho, pero para quienes están escribiendo la historia de la libertad y el rescate de la democracia, sacrificándose y exponiendo a su familia, es el tiempo preciso. La decisión del TIAR llegó justo cuando tenía que llegar, para marcar el medio tiempo de este partido por la vida y la esperanza en la que todos estamos dejando el pellejo. De allí que aplaudimos esta iniciativa.
El TIAR es un avance y una clara señal de que los venezolanos no nos rendimos, ni nos rendiremos jamás en nuestra determinación por alcanzar el cambio, citando las palabras de Guaidó el pasado 23 de julio: “Nadie puede ganarle a quien insiste, nadie puede ganarle a quien se niega a perder”, y definitivamente, los venezolanos nos negamos a perder.
Ahora bien, el TIAR no es en sí la soga mágica y milagrosa que va a sacarnos de este profundo hoyo en el cuál nos ha hundido el usurpador, se trata de un paso más.
Hemos avanzado con pasos firmes en este propósito, construyendo capacidades con nombramientos y acciones estratégicas a todos los niveles y en todos los ámbitos, porque se debe atender la emergencia y ejercer todas las acciones que estén a nuestro alcance para lograr el cese de la usurpación.
Lograr este propósito demanda una lucha conjunta y compacta en todos los espacios y el TIAR representa un avance y una ratificación de que la lucha y los sacrificios, que por años hemos emprendido para combatir este régimen y en especial estos últimos seis meses, no han sido en vano.
Ahora bien, ¿luego del TIAR qué? ¿Nos guardamos en casa?, pues no. La lucha contra este régimen oprobioso la activamos desde la calle y en la calle nos debemos mantener, más unidos y determinados que nunca, solo así lograremos vencer en el segundo tiempo de este partido por nuestra vida y nuestra libertad.
Nos reincorporamos al sistema interamericano para continuar la lucha, abrir y explorar nuevas rutas de resolución a la crisis, porque nos mueve un único propósito, poner fin al sufrimiento de nuestra gente, y ese sufrimiento llegará a su fin con el cese de la usurpación.
Tenemos un enorme reto por delante, de nuestras actuaciones dependerá el futuro. Formamos parte de una generación que hará historia, así que mantengámonos más unidos que nunca, en una sola fuerza alrededor de nuestro presidente ( E ) Juan Guaidó, y hagamos lo que tengamos que hacer para rematar este partido por una Venezuela libre.
